Fotografía gastronómica y de alimentos levitando

Como decía esta seria comienza con sencilla y tradicional hamburguesa, mostrando todas sus partes. Una petición del cliente que sirvió como incentivo para empezar, con lo que ha sido una serie de fotografías de las que me siento particularmente orgulloso. Continuamos con fotografías de postres, también en levitación, cuya narrativa no podía reflejar nada tan positivo como es la diversión que ofrecen, de ahí una representación lúdica de lo que son dulces, helados y golosinas. También surgieron composiciones saladas, como el conocido homenaje a Madrid, el bocadillo de calamares con papada ibérica, cilantro y sriracha mayo. Algo que me inventé gracias a otra historia que contaré en otra ocasión y que merece un articulo propio. Para finalizar la última foto hecha hasta la fecha, es la portada de mi libro. Una representación de lo que para mi significa la imagen gastronómica. Elementos, atrezo, ingredientes, utensilios, fondos pintadas a mano y sobre todo una luz temperamental. En este caso apliqué un claro oscuro, muy al estilo de «Caravaggio» que dramatiza y aporta fuerza a la fotografía.

¿Es una serie concluida? para nada, esta serie va a continuar, están por venir más fotografías de este tipo y es que en pocos meses tengo pensado ya hacer una muy especial, esta vez con más elementos, puede que incluso alguna incorpore alguna persona importante… Ya lo veremos. Espero que disfrutéis de estas imágenes tanto como yo al hacerlas. Espero que hayáis podido obtener alguna idea de como hacerlas y si queréis conocer mas detalles de la técnica detrás de ellas, lo explico más en detalle en mi último libro. Siempre os animo a que adoptéis en casa alguno de mis ejemplares y os acompañen por un tiempo, seguro que os sirven, aunque sea un poquito.

No es raro que al preguntarnos cómo se hacen este tipo de instantáneas pensemos en «rocambolescas» y complicadas técnicas, algunas tan ocurrentes como arrojar al aire los objetos y al azar queden como de una forma graciosa y bonita. Nada mas lejos de la realidad. El proceso de estas fotografías es largo y a menudo complejo. Comienza con la idea en la cabeza en la primera de las tres fases, la preproducción.

Es en esta primera fase donde vamos a pensar en primer lugar, cuáles son los elementos que vamos a incorporar y su relación interna, además de cual o cuales serán los protagonistas, que no siempre lo habrá de una forma clara. También en esta fase vamos a definir en qué posición van a mostrarse todos los elementos y elaboraciones de forma preliminar. Esto es muy importante, ya que la composición se complica exponencialmente a medida que añadimos más y más elementos en la escena. Sobre todo si añadimos tipos de elementos con formas y colores diferentes. La solución primaria es practicar con todo ello trasladando lo que tenemos en nuestra cabeza a un papel o un ordenador mediante la confección de los bocetos, antes de si quiera pensar en tomar la cámara. Con los bocetos podemos ensayar muchas posibles opciones de colocación, proporción, número de elementos y llegar a la sesión con una idea mucho mas cerrada. Aun así, siempre hay que dejar la puerta abierta para poder hacer modificaciones, es decir, añadir o quitar elementos en la fotografía final. En la segunda fase, en la producción, vamos a fotografiar objetos de más y lo vamos a hacer en posiciones alternativas para tener opciones, lo que solemos llamar «cubrirnos» ante posibles posibilidades no contempladas en un principio y que podemos aplicar en la ultima fase, en la postproducción, es ahí donde finalmente colocaremos todo en el mejor lugar posible, donde haremos algunas pruebas más pero ya con los elementos fotografiados finales.

Como vemos en la imagen de más abajo, mostramos todo el proceso de captura de los distintos elementos, algunos sujetos con varas, o hilo de seda y en ocasiones incluso sujetados con la propia mano (normalmente se hace con objetos escurridizos o muy pesados y se fotografía el mismo objeto sujeto por dos partes distintas para obtenerlo limpio). En resumen, capturamos todas las partes como un proceso, tomamos a menudo diferentes fotografías de cada elemento tanto en su posición final prevista aproximada, lo que nos aportará una luz adecuada y una mayor sencillez a la hora de hacer la postproducción final, como en posiciones alternativas que nos permitan luego cambiar de opinión, se trata de estar cubiertos con material suficiente para conseguir la mejor imagen final posible.

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